martes, 8 de septiembre de 2015

RAMÍREZ: OCCIDENTE: DE LA DECADENCIA A LA DESINTEGRACIÓN

OCCIDENTE: DE  LA  DECADENCIA  A  LA  DESINTEGRACIÓN


    

    Los acontecimientos que se están produciendo en Europa dadas las masivas migraciones de pueblos de Medio Oriente y África nos remiten a un tema tratado por el historiador inglés Arnold Toynbee ( 1889-1975) en su extensa obra en doce tomos “Estudio de la Historia”. Toynbee no es santo de nuestra devoción, sus teorías son de neto corte historicista y naturalista, tratan de un estudio comparado de todas las civilizaciones, tanto las fenecidas como las actuales, de su nacimiento, crecimiento, auge, apogeo, colapso y desintegración, pero podemos rescatar algunos temas tales como la importancia fundamental que otorga a las religiones, y en el caso que queremos tratar, a la desintegración de las civilizaciones.
     De la decadencia de Occidente, cabeza de la civilización moderna, ya nos hablaron Spengler, Guénon y Evola, desde distintos puntos de vista. Toynbee, defensor del imperio británico y de sus aliados occidentales, no se atrevió a hacerlo e incluso fue optimista con relación al futuro de Occidente. Pero es interesante su planteo de la desintegración de todas las civilizaciones fenecidas, y al respecto indica varios de los signos y procesos que las acompañan. Uno de ellos es la migración de pueblos de otras civilizaciones hacia la civilización en desintegración, como ocurrió durante la decadencia del imperio romano, que fue paulatinamente invadido, pacífica o violentamente, por pueblos ajenos a su religión y cultura.
     Y esto nos trae al presente. Europa, madre del Occidente excristiano, se ve invadida por poblaciones de otro origen, de otra religión y de otra cultura. Lo expresó claramente el primer ministro húngaro Orban hace pocos días: “No son 150 mil inmigrantes y refugiados los que algunos quieren dividir en cuotas. No son 500 mil, una cifra que he escuchado en Bruselas, sino que son millones y después decenas de millones, porque el flujo de inmigrantes no tiene fin.” Y prepara tropas para enviar a la frontera con Serbia.
     Como siempre los medios internacionales deforman la realidad y no van al fondo del tema y lo disfrazan de una cuestión humanitaria o que la causa es el fundamentalismo islámico que  desarrolla guerras en varios lugares de medio oriente, África y Afganistán. Sin restarle alguna importancia a estas cuestiones digamos que lo fundamental y lo que se calla es que nos encontramos en presencia del paso de la decadencia a la desintegración de Occidente. Lo que Toynbee estudió en otras civilizaciones es hora de aplicarlo a la civilización occidental.
     Una Europa sin religión, materialista, consumista, hedonista, sin fuerzas creadoras, que durante siglos asoló al resto del mundo y lo contaminó con las más subversivas ideologías ahora se encuentra confundida e impotente para hacer frente a la realidad de la presencia de pueblos que sí tienen una religión y la viven en su vida cotidiana, pobres y miserables, pero animados de fuerzas espirituales y vitales que significan superioridad sobre los europeos. Incluso en el plano demográfico sus índices de crecimiento son mucho más elevados que los de los europeos, lo que augura el crecimiento de una ola que sumergirá al viejo continente.
     Y este tema de las migraciones hacia Europa, no empezó en estos días. La cuestión se viene arrastrando desde hace muchos años cuando aún no había guerras a las que culpar del hecho, pero Europa careció y carece de las elites tradicionales que avisoraran lo que estaba ya pasando. En vez de combatir al mundo moderno convivieron con él, reaccionaban contra los inmigrantes pero no sabían en nombre de qué reaccionaban. Dónde hacia falta guerreros había y hay decadentes burgueses y femíneos llorones. Ahora ya es tarde, no hay soluciones a la vista. Que Europa siga con su malhadado destino acompañada de sus hijos los yanquis que también tienen de qué preocuparse.
     En lo que respecta a nosotros, los hispano-luso-americanos, aprendamos del refrán que dice:”Cuando veas a tu vecino las barbas afeitar, pon las tuyas a remojar”, especialmente Argentina y Brasil, países con grandes espacios pocos habitados como son respectivamente la Patagonia y la Amazonia.
San Carlos de Bariloche, 7 de septiembre del 2015.
JULIÁN  RAMÍREZ


1 comentario:

Anónimo dijo...

Magistral escrito, la vieja Europa ya esta tan vieja que es un cadáver viviente.